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Historia

VALLE CASABLANCA - CHILE

Antes de la llegada de los primeros españoles, el Valle de Casablanca estuvo habitado por diferentes pueblos por más de 6.000 años, incluyendo, por cierto, durante los siglos XV y XVI, la presencia de avanzadas del Imperio Incaico que buscaban oro en estas latitudes.

Según el académico Carlos Keller, miembro de la Academia Chilena de la Historia, en 1960, basándose en Diego Rosales y su "Historia General del Reino de Chile, Flandes Indiano" (Valparaíso, 1877-78, 2 tomos), que en Casablanca, el tramo del Camino del Inca que cruza el estero en Las Dichas, se ha conservado con el nombre de Camino de los Polleros, derivándose éste de la pulla, o capetín, que usaban los soldados incaicos y que se encuentra representado en el dibujo de Huamán Poma de Ayala en que se presentan soldados incaicos frente a guerreros araucanos.

En esta parte, en que se hacían los transportes de los abastecimientos a la frontera, el camino se ensanchaba, y los españoles lo pudieron usar como "Camino de las Carretas" entre la capital y Valparaíso. Pasaba a unos 10 km. aguas abajo del actual pueblo de Casablanca, y sólo más tarde fue trasladado a su trazado actual.

VALLE CASABLANCA - CHILE

Refiriéndose a este camino, dice Rosales que "cortas memorias han permanecido en Chile de esta calzada; mas, en el camino que va del valle de Aconcagua, se ven muchas casas y paredes de trincheras de piedras toscas, donde se alojaban los corredores y capitanes del inca... Las casas son muchas."

El trazado del Camino de los Polleros por Las Dichas no obedecía únicamente al propósito de hacerlo pasar por los lavaderos de oro allí existentes, sino también al de tener cómodo acceso a las termas ahora conocidas con el nombre de El Porvenir, situadas un poco más abajo, en el mismo valle, pues es sabido que los incas tenían por ellas la misma afición que los romanos.

Guamán Poma de Ayala: Combate entre "el octavo capitán Apo Camac Inca" e indios araucanos.

Los soldados incásicos, entre los cuales figura en primer término el capitán indicado, llevan como uniforme la pulla, lo que les valió el nombre de "polleros". En Casablanca se conservó para el Camino del Inca el nombre de Camino de los Polleros.

En el siglo XVI, en el período de descubrimiento y colonización de Chile, Diego de Almagro había avistado el Valle y posteriormente Pedro de Valdivia penetró en él y concedió las primeras mercedes de tierras, las que rápidamente fueron creciendo, dado el descubrimiento de oro y plata.

La merced de tierras más grande se dio a don Alonso de Córdova, en 1577. Abarcaba desde Tapihue hasta el Portezuelo de Ibacache. Alonso de Córdova se asoció con su amigo don Antonio Zapata y dieron inicio al comercio de cueros y sebos con el Perú, a través de Valparaíso.

Asentada ya la Conquista en estas tierras y luego de un período de anexiones y subdivisiones de las haciendas de los siglos XVI y XVII, el Gobernador Domingo Ortiz de Rozas funda Santa Bárbara de la Reina de Casablanca (1753), en homenaje a doña Bárbara de Braganza, esposa del Rey de España Fernando VI y haciendo alusión también a los adobes blanqueados de una casa levantada al poniente de la ciudad…"una casa de muros blanquecidos de tierras que fueron de Gonzalo Toledo…sobre la loma que sale de la punta que remata en el estero junto al camino real de carretas…" (Real Audiencia, vol. 1076, pieza 1ª, página 94).

Francisco Solano Asta-Buruaga y Cienfuegos, Diccionario Geográfico de la República de Chile (1897) describe a este cuidad de la siguiente forma:

Casa Blanca.-—Ciudad, capital del departamento de su nombre. Yace en los 33º 14' Lat. y 71° 27' Long. á 231 metros sobre el nivel del Pacífico y en medio de un valle cultivado, rodeada de alturas más ó menos áridas. Pasa por su lado sur un riachuelo escaso, que tiene origen en las vertientes occidentales de los cerros de Tapihue y de la cuesta de Zapata, y corre hacia el O. por la aldea de las Dichas hasta morir en la ensenada de Tunquén por los 33° 26' Lat. Dista 45 kilómetros al SE. de la ciudad de Valparaíso y 31 hacia el O. de Curacaví, con las cuales la comunica la antigua carretera de esa ciudad á la de Santiago.

Es pueblo de modesta apariencia, que contiene 1,500 habitantes, una regular iglesia reedificada en 1858, dos ó tres escuelas gratuitas, oficinas de registro civil, de correo y telégrafo, &c. Fundó la en 1753 el Presidente Don Domingo Ortiz de Rozas y le dio el título de villa de Santa Bárbara de Casa Blanca, en honor de Doña Bárbara, esposa de Fernando VI., distribuyendo su asiento en calles regulares cortadas por otras en ángulos rectos con una plaza en el centro. Fue erigida en capital de delegación en 1818, y de su actual departamento en 1833.

Con el constante traslado de indígenas, los trabajos en los lavaderos de oro y el desarrollo de las haciendas ganaderas y trigueras, Casablanca fue adquiriendo su fisonomía rural en torno al Camino Real que unía Santiago y Valparaíso.

​La documentación histórica sostiene que la conectividad vial primera entre Valparaíso y Santiago se realizaba por una bifurcación al poniente del llamado “camino de Chile” hacia el norte.

En sus primeros años la ciudad de Santiago, para llegar a Valparaíso, utilizaba el mismo camino de Chile, que se dirigía al norte. Para esto, se desviaba al poniente en el lugar llamado Tiltil y luego de pasar por Caleu y la Cuesta la Dormida, llegaba al puerto. Como este camino solo era abordable por mulas y caballos, se habilitó en el siglo XVII un camino de carretas que partiendo de Santiago por el callejón de Padura o por Chuchunco, pasaba por Melipilla y caía en Valparaíso por la llamada “Cuesta de Carretas”

Las grandes dificultades que estos dos caminos ofrecían hizo pensar a don Ambrosio O’Higgins en la necesidad de una nueva vía. Utilizó para ello un viejo sendero de mulas y caballos que era llamado “sendero de cuestas” y, aprovechando la mayor parte de su recorrido, logró construir un camino que partía de la calle San Pablo; y pasaba luego por Pudahuel, lo Aguirre, cuesta de lo Padro, Curacaví y cuesta de Zapata.”

A mediados del siglo XIX, Valparaíso era el primer puerto del Pacífico y el Camino Colonial que unía el puerto con Santiago, a través de Casablanca, se convertía en un paso clave para el movimiento comercial del país, consolidando, de paso, su economía.

Alfonso Calderón, Premio Nacional de Literatura 1998, en su Memorial de Valparaíso, no puede dejar de mencionar al viejo puerto y su relación con Santiago a través del camino que los une hasta el día de hoy. Veamos su relato en torno al siglo XIX, el que basa en abundante investigación de cronistas, historiadores y otros investigadores:

Siguiendo con los viajes entre Santiago y Valparaíso, en algún momento se decidió hacer la cuesta Lo Prado, que contaba con 90 vueltas y un túnel de 2 kilómetros, para traspasar el camino colonial de acercamiento a Valparaíso, obra creada por Ambrosio O'Higgins, cuyo arquitecto fue en un principio Pedro Rico y luego Joaquín Toesca. Su financiamiento se produjo a través de impuestos a la carga en tránsito. Un relato al respecto lo brinda Enrique Bunster. Se titula "A Valparaíso en Diligencia". Ya tenemos un cambio de las carreteras de las carretas a la construcción de caminos de gran calidad. El escritor parte por señalar que Curacaví y Casablanca, le deben lo que son al Camino Real de las Cuestas. Esta última por espacio de 70 años fue el clásico sitio de descanso en un trayecto que forzosamente se dividía en etapas para merendar, descansar y mudar caballerizas. Había posadas, ventas y pequeños hoteles. Famoso fue el hotelito de un inglés en la época de la Independencia, que tenía un letrero que decía "Buenas camas para un caballero y su caballo".

Bunster nos recuerda que el camino era apenas una franja de suelo emparejado, con una polvareda constante en tiempo seco y pegajoso en días de lluvia.

Las diligencias eran de dos corridas de asientos y eran manejadas por una persona desde la montura de uno de los animales que llevaba la carreta. En tiempos de Portales, la tarifa era de 5 pesos por persona. Los nervios eran puestos a prueba en la Cuesta de Lo Prado, llamada el Simplón de América, lugar donde más de un coche o carreta se había desbarrancado.

En los tiempos del Presidente Bulnes (1841-1846), existió una nueva empresa que realizaba el trayecto en el día, ganando tiempo pero no comodidad. El carruaje de cuatro asientos salía de Valparaíso a las seis de la mañana, parando una hora en Casablanca y 30 minutos en Curacaví, para llegar a la capital al caer la noche. Eran 14 horas dando tumbos y tragando tierra, pero éste era el Expreso de la época y hombres de negocios y autoridades lo utilizaban.

La comuna de Casablanca, posee una superficie de 953 km2 , con 23.000 habitantes. Está organizada administrativamente en torno a 13 distritos y las siguientes 27 localidades rurales:

Lagunillas, Las Dichas, Estero Las Dichas, Quintay, Tunquén, Las Tablas, El Batro, Melosillas, Quepilcho, Paso Hondo, Lo Orozco, La Playa, Pitama, , Lo Vásquez, La Rotunda, Lo Ovalle, El Carpintero, La Viñilla, Tapihue, Callejón Lo Barrera, Mundo Nuevo, La Palmilla, Maitenes, Poza Oscura, Orrego Arriba, Orrego Abajo y San Jerónimo.

CASABLANCA HOY

Casablanca se ha convertido en uno de los Valles más importantes de Chile y reconocido por expertos, a nivel mundial, por el fuerte desarrollo vitivinícola de los últimos 20 años el que ha permitido producir, entre otros, notables Chardonnay y Sauvignon Blanc. Tierra y clima privilegiados, de la mano de la excelencia profesional y técnica.

Hoy el Valle de Casablanca se ha transformado en la décima Capital Mundial del Vino. Entre los nueve países ya integrados en el prestigioso listado se encuentran Bilbao-Rioja, Burdeos, Christchurch-South Island, Ciudad del Cabo, Florencia, Mainz-Rheinhessen, Mendoza, Oporto y San Francisco-Napa Valley. Hoy, Chile y particularmente el Valle de Casa Blanca ya forman parte del selecto grupo y lo hace con más fuerza que nunca.

El valle de Casablanca se encuentra ubicado a sólo 1 hora de Santiago y 30 minutos de Valparaíso, y es actualmente uno de los principales polos de vinos premium de Chile. Gracias al desarrollo de vinos de alta calidad y a una gastronomía de primer nivel, Casablanca se ha transformado en uno de los principales destinos turísticos de Chile.

LAGUNILLAS

La Localidad de Lagunillas está situado en la Comuna de Casablanca (en la Provincia de Valparaíso), hoy poblada con 708 habitantes, y es una de las 27 localidades rurales de la comuna de Casablanca, desarrollándose inicialmente al alero del antiguo Camino del Inca, como posada, parada y abastecimiento de carreteas del camino. Hoy en día es un apacible pueblo cercano a la ruta hacia el litoral central y puerto de San Antonio.

Lagunillas y sus alrededores tiene registros de poblamiento humano desde hace aproximadamente 10 mil años. Los restos arqueológicos encontrados, sorprenden por su antigüedad, como lo son las famosas piedras llamadas “las tacitas”, que calculan los historiadores, datan desde el neolítico americano.

​Por lagunillas pasó uno de los ramales del “Camino del Inca”, el que posteriormente fue utilizado por los colonos españoles para trasladarse entre Santiago y Valparaíso, cuando las carretas de gran tamaño no podían hacer el viaje por la ruta de Casablanca, cuya pasada era a través de la cuesta Zapata. Por esta razón fue llamado el “Camino de la Carreta”. El viaje comenzaba en Santiago hacia Melipilla y posteriormente se llegaba por Ibacache a Lagunillas y de allí a Casablanca.

También se dice que por este camino huyó Casimiro Marcó del Pont, gobernador español quien gobernó entre 1815 al 1817, debiendo enfrentar el resurgimiento de las actividades revolucionarias de los patriotas chilenos, liderados por Bernando O'Higgins quienes expulsaron a los realistas finalmente en 1818.